La importancia de las EPTA va aumentando día a día
en los países de América Latina, contribuyendo a ntorpecer
el desarrollo económico de la región. Nunca se han estudiado
los brotes de EPTA en Uruguay. A nivel de la región pocas veces surgen
como problema si bien están descritos en los últimos años
fundamentalmente los casos de amibiasis por E.histolytica denunciados por
Cuba, donde las escuelas rurales han sido los focos y el agua ha sido el
elemento vehiculizador del protozoario. También se destacan casos
de triquinosis por T.spiralis surgidos en Argentina a través de distintos
alimentos cárnicos (chacinados, salamines, carne de cerdo). Otros
agentes descritos en países de la región son G.lamblia y Cryptosporidium
sp, así como F.hepatica y A.lumbricoides. Diversos mecanismos pueden
ser generadores de EPTA. El agente etiológico puede hallarse como
contaminante de los alimentos como en los casos de FECALISMO: directo (con
materias fecales o de persona a persona) o indirecto (por agua o alimentos
contaminados y eventualmente vectorizado por insectos: moscas o cucarachas)
y de GEOFAGIA: frutas o verduras mal lavadas que contengan tierra contaminada.
O bien el parásito puede hallarse presente en el
alimento como parte de su ciclo biológico: se trata de infecciones
que se adquieren por ARNIVORISMO: de vacuno (T.saginata, pero también
Toxoplasma) o de cerdo (T.solium, pero también Toxoplasma y riquina)